A la hora de invertir, siempre buscamos sacar la máxima rentabilidad a nuestro capital. Por ello, buscamos proyectos dentro del sector inmobiliario, el cual supone un valor refugio para el dinero que decidamos invertir. Aun así, no siempre todo se brinda de forma amigable para una única persona, debido a las múltiples variables a tener en cuenta para conseguir una buena inversión.
Un proceso que dentro del mercado inmobiliario está creciendo entre los inversores, es la compra de bienes inmuebles, la rehabilitación y reforma de los mismos para finalmente sacarle el máximo partido en una futura venta acorde a los plazos que se demandan.
Dicho así puede parecer sumamente sencillo, pero detrás de ese proceso debe haber un estudio previo a la compra que se centre en el terreno que se desea comprar, además de una evolución de la zona, incluyendo las tendencias de otras personas. También, hay que tener en cuenta los materiales y plazos de rehabilitación de las viviendas, los cuales son variables y pueden demorarse, lo que complica el cumplimiento de objetivos del inversor.
«Gracias a los avances, actualmente en inversión inmobiliaria no es necesario poseer la totalidad del capital para llevar a cabo un proyecto»
Obviando todo ello, lo primordial para cualquier inversión inmobiliaria es el capital. Sin una suma de dinero interesante, el sector inmobiliario ha sido históricamente uno de los que más ha exigido a sus inversores, a cambio de una seguridad añadida que no ofrecen otros mercados. Por ello, a los proyectos más costosos solo podían acceder los grandes inversores.
Gracias a los avances, actualmente en inversión inmobiliaria no es necesario poseer la totalidad del capital para llevar a cabo un proyecto. Existen numerosas alternativas por las cuales puedes optar para conseguir sacar adelante ese proyecto. En esta ocasión hablamos de lo que se conoce como club de inversión, donde distintas personas con objetivos y perspectivas similares pueden formar alianzas con el fin de conseguir metas más ambiciosas que las propuestas individualmente.
Tener un propio grupo de inversión consiste en la búsqueda de socios para formar una agrupación privada y exclusiva donde los inversores poseen un objetivo, sacar la mayor rentabilidad al capital, no de uno, sino de todos los integrantes. Además, más allá del factor monetario, un grupo de personas de confianza siempre va a pensar y obrar mejor que alguien por individual y cada uno puede aportar una visión distinta de un mismo proyecto. Esto implica mayor libertad a la hora de elegir los proyectos, puesto que juntos se conseguirá un capital mayor para llevar a cabo las inversiones, dotando a los promotores de una posibilidad de financiación alternativa. Que no impide a su vez, el uso del sistema bancario, ya que esta medida viene para complementar y ayudar a los inversores.
Sabemos que son todo ventajas, pero cuando algo es muy bueno, se torna a exclusivo, donde solo una serie de profesionales y grandes inversores pueden entrar. Pues bien, desde wecity, ofrecemos la posibilidad a todo tipo de inversores de crear un club de inversores, para que veas en primera persona las ventajas que plantea esta práctica.