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Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pactados para 2030 encontramos el objetivo número 11, que lleva como título Ciudades y Comunidades Sostenibles. Esto se debe a que, en la actualidad, los núcleos urbanos cada vez están cogiendo mayor tamaño, reuniendo a gran parte de la población mundial. La estimación es que para 2030, más de 3 mil millones de personas demandarán una vivienda en condiciones, por lo que las ciudades deben estar preparadas para acoger a tanta gente, sin aumentar drásticamente los niveles de contaminación.
Este ODS consiste en el compromiso de los países para la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, basándose en dotar a los ciudadanos de servicios básicos y de calidad, poniendo el ojo en el medio ambiente.
El impacto ambiental que producen las ciudades cada vez es mayor, por lo que el desarrollo de las ciudades debe ir ligado a la sostenibilidad. Zonas verdes, huertos urbanos, o apostar por movilidad sostenible, son algunos de los principales planes que hay sobre la mesa para combatir el cambio climático. El énfasis de las ciudades se produce por un aumento del consumo conforme pasan los años, responsables ya del 78% de la energía mundial con una superficie inferior al 2% del espacio mundial.
Acción empresarial
Las Naciones Unidas han determinado una serie de medidas para contribuir con el objetivo número 11. Si bien todas las empresas pueden aportar su ayuda de manera independiente, al sector de la construcción se hace un llamamiento especial, por ser el encargado de dar vida a las ciudades. Entre las formas de actuar, destacamos las siguientes:
Recurrir a la mano de obra y proveedores locales, con el fin de contribuir con el desarrollo local de la comunidad y ciudad. Además, cualquier ahorro en combustibles u otros elementos contaminantes será de gran ayuda.
Promover el uso de vehículos y maquinarias lo más sostenibles posible. Aplicar los principios de bajas emisiones tanto en vehículos de transporte como en la cadena de suministro empresarial.
Apostar por modelos económicos circulares, de tal forma que los residuos generados puedan volver a aprovecharse en trabajos posteriores. Aplicar un buen plan de gestión de los recursos también será algo esencial en las grandes edificaciones.
Importancia de la sostenibilidad en ciudades
Al tratarse de superficies que consumen mucha energía, las emisiones de carbono aumentan en función del flujo de migraciones. El aumento constante del crecimiento urbano, junto con nuevas formas de consumo, generan brechas aún más grandes entre la población que se ven manifestadas en la calidad de vida.
Cada vez los barrios marginales aumentan en superficie, lo que implica efectos negativos en todo el territorio, viéndose mermadas las necesidades y aspiraciones de toda persona que llega a una ciudad nueva con altas aspiraciones.
Ante las grandes demandas, las ciudades deben responder con planes urbanísticos a la altura, permitiendo la construcción de espacios verdes para mitigar el calentamiento global. En estos espacios, debe tenerse en cuenta también el contar con proyectos arquitectónicos que apuesten por la eficiencia energética y diseños que aprovechen al máximo los recursos.
s. Uno de los beneficios destacados es la formación y conocimiento que se transmite a las nuevas generaciones nacidas en ciudad, acostumbradas a convivir con todo tipo de alimentos en cualquier temporada del año.
