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Cómo funciona la gestión de residuos relacionados con la construcción
Como cualquier actividad económica, el sector de la construcción tiene la responsabilidad de contar con un protocolo de uso y gestión de los residuos. Para tratar de paliar el gran impacto que supone una obra de grandes dimensiones, en España se encuentra vigente el Real Decreto 105/2008 del 1 de febrero, norma que arroja ciertas obligaciones y directrices para la gestión de residuos relacionados con la construcción.
Desde wecity, vamos a poner en común los distintos puntos más interesantes que arroja este Real Decreto, así como la importancia de hacer una buena gestión de cualquier tipo de residuos generados durante el trabajo.
¿En qué consiste?
Los residuos de construcción y demolición, conocidos por las siglas RCD, hacen referencia a los elementos que son desechados por cualquier persona o empresa durante un proceso de construcción o demolición.
Desde el punto de vista jurídico, se considera proceso de construcción o demolición a cualquier trabajo cuyo objetivo principal sea construir, reformar o demoler cualquier tipo de inmueble, entrando también en la definición, infraestructuras como ferrocarriles, aeropuertos, etc. A su vez, la norma entiende la existencia de distintos tipos de obra en función de la modificación del terreno que realizan, estas son de suelo o subsuelo.
¿Cómo se gestionan los residuos?
Actualmente, la gestión de residuos relacionados con la construcción es llevada a cabo por empresas especializadas en la actividad. Aun así, desde 2016, éstas deben seguir un protocolo marcado por la Unión Europea que se compone de cuatro fases importantes:
Identificación
Se elabora un plan de gestión para poder desarrollar todo correctamente. Para ello, se llevan a cabo auditorías y se eliminan los residuos peligrosos junto con materiales que impiden el reciclaje, incluyendo los materiales de fijación.
Logística
Esta fase es una de las más complicadas de ejecutar, porque corresponde al momento donde hay que asegurarse de cumplir los requisitos de transparencia, rastreo y trazabilidad de todo el proceso. Junto con las exigencias relacionadas con un uso responsable de los residuos, la UE apuesta por otro uso responsable de las herramientas necesarias, o sea, se deberá optimizar el uso de redes de carreteras, mantener distancias cortas o usar contenedores de recogida en medida de lo posible.
Procesamiento y tratamiento
Este punto resume toda la actividad relacionada con la extracción y transporte de los residuos in situ, por lo que dependerá en todo momento de la empresa de gestión de residuos. El protocolo de la UE entre otras cosas, destaca la importancia de no mezclar residuos, evitar clasificaciones de los materiales en función del valor económico y sí hacerlo en base a criterios medioambientales o fomentar la reutilización de los materiales.
Gestión y garantías de calidad
Este punto es importante para conseguir elevar la confianza en todo el proceso, así como la confianza en el uso de materiales reciclados para desempeñar estas actividades. La gestión y la garantía cobran más importancia cuando se trata de materiales reciclados en grandes volúmenes como por ejemplo el caso del amianto, el cual puede afectar a la salud de los trabajadores. Una correcta gestión permite la reutilización como materias primas en procesos de producción posteriores.
