El ROE (return on equity) es uno de los ratios más utilizados para determinar si una inversión es rentable o no lo es. Concretamente, lo que hace este indicador es medir la rentabilidad de una compañía con respecto al capital que han aportado sus accionistas. Aunque, te suene a chino, lo vamos a ver con ejemplos para que lo entiendas a la perfección y sepas interpretar qué es un buen ROE.
Entendiendo el ROE
La importancia del ROE es fundamental para los analistas financieros, ya que cuanto más alto sea, especialmente en comparación con sus rivales, más rentable será la compañía.
Así, imagina una empresa XZV que obtiene un beneficio neto de 500.000 euros y que tiene 2,5 millones de patrimonio neto sus accionistas. Para calcularlo tendríamos que dividir el beneficio neto (500.000 euros) entre el patrimonio neto (2,5 millones) y multiplicarlo por 100. En este caso, tendríamos un ROE del 20%.
Probablemente, te sigas preguntando qué significa ese 20% o 0,2. Lo que significa es que por cada euro que se invirtió se generó un beneficio de 20 céntimos.
¿Qué es un buen ROE?
Ahora que sabemos qué es el ROE, probablemente la siguiente pregunta a responder será qué es un buen ROE. Lo cierto es que esto va a depender de cada sector, ya que lo que suelen hacer los analistas es comparar a empresas de la misma industria por el ROE que tienen. Así, las que lo tengan más alto serán las más rentables.
Dicho esto, y teniendo en cuenta que no verás los mismos niveles de ROE en el sector financiero que en el tecnológico, el consenso entiende un buen ROE aquel que está entre el 15 y el 20.
Si el ROE es negativo o más bajo de lo esperado, indica una gestión deficiente y un uso inadecuado del capital de la empresa, lo que afecta negativamente a las perspectivas de crecimiento. El seguimiento del ROE es útil para evaluar la evolución de la empresa y comparar su rentabilidad con otras del sector, su historial previo y el promedio de la industria.
El ROE de una inversión inmobiliaria
Probablemente, también te interese saber cómo se calcula el ROE de una inversión inmobiliaria, ya que es diferente al de las propias empresas. En este caso es fundamental tener en cuenta el beneficio y el capital propio invertido.
De hecho, se calcula así:
ROE = Beneficio / capital propio invertido
Si has invertido en crowdlending inmobiliario en el que has puesto 5.000 euros de capital propio y has recibido 500 euros de beneficio. El ROE sería de un 0,1 o del 10%. Significa que por cada euro invertido has conseguido diez céntimos de beneficio. Hay que tener en cuenta, que la rentabilidad en el sector inmobiliario es inferior y que aquí, un buen ROE es aquel que supera el 0,05 o el 5% de rentabilidad
¿Cuál es la diferencia entre ROE y ROA?
Otro de los indicadores más utilizados para analizar una inversión es el ROA o Return On Assets. Se trata de un indicador financiero que mide la rentabilidad de una empresa en relación con el total de sus activos. Este ratio muestra cómo de eficientemente una empresa utiliza sus activos para generar beneficios. Lo que mide es la capacidad que tiene una compañía a la hora de convertir sus inversiones en activos en ganancias.
La fórmula para calcular el ROA es la siguiente:
ROA = beneficio neto / total de activos x 100
En este caso, y según el consenso, se entiende un ROA bueno como aquel que supera el 5%. Debe tener en cuenta que no es lo mismo el total de activos de la empresa que el patrimonio neto. Por eso, en el ROE cabe esperar cantidades superior al 15% y aquí al 5% para determinar si una inversión es buena o mala.
Así, el ROE indica que la empresa es efectiva en generar beneficios con el dinero invertido por los accionistas. Mientras que el ROA indica que la empresa es efectiva en convertir sus activos en beneficios. Así, el primero se fija en el rendimiento del capital propio y el segundo en el rendimiento de los activos de la compañía.
Un ejemplo del ROA
El total de activos de una empresa, fundamental para entender y calcular el ROA, representa el valor total de todos los recursos que posee y utiliza para llevar a cabo sus operaciones. Estos activos incluyen todo aquello que la empresa posee y que tiene un valor económico, y pueden ser tanto tangibles como intangibles. Desde el dinero que tiene la empresa, como las propiedades, inventarios, cuentas por cobrar, marcas registradas, etc.
Así, la empresa XVZ tiene un beneficio neto 400.000 euros, mientras que sus activos totales son de 8 millones de euros. Así, el ROA sería de un 5%.