Existe más de una fórmula para financiar un proyecto inmobiliario o el crecimiento de una empresa. Desde hace tiempo, los bancos y los préstamos bancarios son solo una opción frente a las fuentes de financiación alternativa.
Esta herramienta permite diversificar las vías para obtener dinero, conseguirlo en mejores condiciones y utilizarlo como una palanca más de creciente. Gracias a ella, la labor de los promotores inmobiliarios es mucho más sencilla.
¿En qué consiste la financiación alternativa?
La financiación alternativa engloba todas las opciones conseguir dinero fuera del circuito bancario y sus préstamos y líneas de crédito tradicionales. En otras palabras, financiación no bancaria que un promotor inmobiliario o una empresa puede usar para llevar a cabo sus proyectos.
Este modelo incluye desde préstamos directos, capital riesgo y crowdfunding, entre otras fórmulas. La financiación alternativa no es nueva, pero sí se ha crecido mucho en los últimos años, tanto en número como en dinero que aportan a las empresas.
El primer boom de la financiación alternativa surge en 2008, cuando los bancos dejaron de prestar dinero durante la crisis financiera. Solo entre 2012 y 2014 aumentó un 152% y ha seguido creciendo, aunque todavía está lejos del 80% que representa en Estados Unidos para las pymes.
En el sector inmobiliario, la financiación alternativa supondría ya un 10% del total en Europa continental, según datos de la consultora Savills. Pese al crecimiento, la cifra está todavía por debajo del mercado anglosajón.
Ventajas de la financiación alternativa
¿Qué hay detrás del aumento de la financiación alternativa? Una serie de ventajas frente a la financiación tradicional de los bancos que pasan por.
- Mayor agilidad. La financiación alternativa implica normalmente menos papeleo y procesos más rápidos que con un banco tradicional. Esta agilidad es especialmente interesante en entornos tecnológicos. En los inmobiliarios, puede influir en el beneficio al alza si se consiguen recortar los plazos de ejecución del proyecto.
- Flexibilidad. Las soluciones alternativas para financiar proyectos son menos rígidas en sus condiciones. Un ejemplo lo tenemos en los préstamos promotor fuera del ámbito bancario, que cuentan con plazos de reembolso y garantías diferentes a las de un préstamo del banco. Y lo mismo se puede decir del equity crowdfunding donde se comparte la propiedad del proyecto. Es decir, se cede parte del beneficio para recibir el capital
- Variedad. La financiación alternativa ofrece una mayor diversidad de fuentes de capital y estructuras que permiten diversificar los riesgos financieros de la empresa porque no dependes de un solo prestamista.
- Más personalizados y disponibles. La financiación alternativa tiende a ser una fórmula a medida del proyecto, no tan encorsetada como la financiación de los bancos. Además, suele abarcar proyectos y áreas que quedan fuera del radar de los bancos por sus características.
- Validación adicional e independiente. Cuando pides financiación a un banco, su equipo de riesgos evaluará tu proyecto y decidirá si te concede o no el dinero. Con determinado tipo de financiación alternativa ocurre algo parecido. Analizarán tu propuesta y te darán una respuesta. La diferencia con la financiación bancaria, es que en este caso se trata de un análisis especializado y normalmente más minucioso. Si tienes un proyecto emprendedor, lo revisarán expertos y lo mismo ocurre con los proyectos inmobiliarios.
Estas ventajas hacen que la financiación alternativa siga ganando terreno a la bancaria, no tanto como sustituta, sino como un complemento.
Tipos de financiación alternativa
En términos generales, se puede dividir la financiación alternativa en dos grandes grupos: capital y deuda.
La financiación a través de capital implica dar entrada a nuevos socios en la empresa o en el proyecto concreto que vayas a realizar. En las start ups esto se traduce en dar acciones a Business Angels, plataformas de crowdfunding o capital riesgo a cambio de capital.
En último caso, también entraría en este apartado la salida a bolsa en BME Growth, el mercado bursátil español para las pymes.
La financiación a través de deuda implica, como su propio nombre indica, endeudarse. Se puede hacer a través de préstamos directos de fondos de inversión, que actúan como préstamos promotores, mediante crowdlending y emisiones de bonos o minibonos.
Una fórmula adiciona de financiación alternativa sería el factoring, confirming y otras herramientas que consisten en adelantar facturas para mejorar el flujo de caja.
La financiación alternativa en el sector inmobiliario
La financiación alternativa está muy presente en el sector inmobiliario. Gracias a ella han podido ver la luz proyectos que normalmente no financiaría la gran banca.
Dentro de las opciones de financiación alternativa para proyectos inmobiliarios, una de las que mejor funciona como complemento del capital propio e incluso de un préstamo bancario es el crowdfunding inmobiliario.
El crowdfunding es una herramienta de financiación participativa que suma el dinero de muchos pequeños inversores para financiar proyectos de todo tipo, desde construcción de nuevas viviendas hasta reformas de edificios y casas, tanto para venta como para alquiler o alquiler y posterior venta.
Este modelo suma capital adicional para el proyecto en mejores condiciones que un préstamo bancario y bajo diferentes formatos. Se puede hacer dando entrada a los pequeños inversores como socios o a través de préstamos, que es lo más habitual.
El crowdfunding se organiza a través de plataformas especializadas, por lo que un equipo de expertos en el sector analizará tu caso, algo que puede servir como una segunda opinión profesional del proyecto.
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