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Una de las grandes preguntas que todos nos hacemos cuando invertimos, bien sea en bolsa, fondos o cualquier otro producto, es cuándo y cómo puedo recuperar mi dinero. Para saberlo, hay que preguntarse acerca de qué liquidez tiene esa inversión. Por eso, te vamos a explicar qué es la liquidez y cómo funciona en cada tipo de inversión.
¿Qué es la liquidez en una inversión?
Se entiende liquidez como la facilidad que tienes para vender tu inversión y recuperar el dinero más los beneficios generados en la misma. En otras palabras, si será fácil y rápido vender el activo en el que has invertido.
Por ejemplo, en el caso de la bolsa, las acciones y los ETFs son inversiones muy liquidas en las que puedes vender tu inversión y de manera inmediata recuperar el dinero, más el rendimiento, en caso de haberlo.
Sin embargo, hay otras inversiones en los que la liquidez es mucho más reducida, como los depósitos a plazo fijo, los planes de pensiones o la inversión en vivienda. Por ejemplo, en el primer caso debes esperar al vencimiento del contrato para recuperar el dinero; mientras que, en el caso de los planes, deben pasar un mínimo de 10 años para recuperarlo, salvo excepciones que permitan recuperarlo antes.
Con una vivienda en propiedad, los plazos también pueden alargarse. Esa es una de las características propias de la inversión inmobiliaria.
De esta manera, la liquidez la debes entender como esa facilidad que te ofrece un producto para recuperar el dinero de tu inversión. Cuanto mayor liquidez tenga, más inmediata será esa recuperación.
¿Por qué es importante la liquidez en una inversión?
La liquidez es un elemento importante al invertir porque es una de las medidas del riesgo en la inversión. Como norma general, se entiende que las inversiones líquidas son más seguras que las inversiones ilíquidas.
La razón es que puedes recuperar tu dinero rápidamente en caso de una caída del mercado. Por ejemplo, si inviertes en una acción cotizada, puedes vender los títulos en cualquier momento y recuperar el capital o lo que quede de él.
Por el contrario, si inviertes en una start up que no cotiza y a la empresa le va mal, no podrás vender tus acciones cuando quieras. Para hacerlo necesitarás encontrar un comprador por tu cuenta y puede que no haya ninguno interesado. Esta falta de liquidez hace que no puedas vender tu participación y que, si esa empresa quiebra, pierdas todo tu dinero, algo muy complicado con una empresa cotizada.
¿Cuáles son las inversiones más y menos líquidas?
Las inversiones más liquidas son aquellas que se hacen en mercados cotizados. Es el caso de las acciones, los ETFs, el Forex, los bonos… este tipo de inversiones se pueden comprar y vender en pocos minutos y de forma inmediata. Una ventaja que aprovechan aquellos inversores que quieran operar en los cortos plazos o que quieran contar con la tranquilidad de poder recuperar su dinero en cualquier momento.
En el camino intermedio se encuentran los fondos de inversión que, si bien se pueden vender las participaciones en cualquier momento, pero la venta se producirá siempre según el valor de las participaciones al cerrar el día, no en el momento en el que se dé la orden.
Además, generalmente se tardan unos tres días en que la operación de venta se cierre y se reciban los beneficios de la inversión. Aun así, también es considerada una inversión líquida.
Aunque, aquí también hay excepciones, ya que los fondos de inversión que invierten en inmobiliario o mercaos alternativos pueden requerir al inversor un tiempo mínimo de permanencia antes de recuperar el dinero porque su inversión no está destinada a los productos cotizados en mercados públicos.
Las inversiones menos líquidas son aquellas que están en mercados no cotizados o productos alternativos. Aquí se pueden financiar proyectos concretos, como una startup, deuda de empresas privadas, crowdlending inmobiliario, depósitos a plazo fijo… en este caso, generalmente, se suele detallar el tiempo mínimo de permanencia para que el inversor conozca el periodo en el que debe estar invertido antes de recuperar su dinero más el beneficio.
Finalmente, uno de los productos menos líquidos de ahorro e inversión son los planes de pensiones. Como ya hemos mencionado, son productos pensados para ser recuperados una vez que la vida laboral termine. Por este motivo, se pueden recuperar con excepciones como pasados 10 años desde la apertura, entrar en edad de jubilación o atravesar una situación económica personal muy negativa.
Ventajas y desventajas de la liquidez
La liquidez es siempre vista como una ventaja porque da al inversor la posibilidad de recuperar el dinero cuando quiera. Sin embargo, las inversiones menos líquidas son también interesantes, ya sea por la rentabilidad o por la diversificación que ofrecen, o por ambas.
Generalmente, son unos activos que sirven para añadir otra variedad a la cartera y, de esta manera, ofrecer al inversor una diversificación que limite los riesgos y que descorrelacione la inversión.
Lo ideal, de hecho, es hacer una combinación de ambas. De esta manera, tendríamos exposición a los mercados cotizados, donde podremos recuperar la inversión en cualquier momento, y exposición a los mercados privados, que nos van a ofrecer un valor añadido a nuestra cartera y una reducción de los riesgos.
La liquidez de wecity
En el caso de wecity, la liquidez varía según el producto en el que se invierta. La inversión se recupera en el momento en el que se cierra la venta del inmueble. El plazo suele ser de entre 12 y 36 meses para la modalidad de “plusvalía”.
En el caso de una oportunidad basada en rentas, los plazos varían más, aunque suelen rondar los tres años. Además, normalmente recibirás los dividendos de los alquileres de manera mensual y una plusvalía cuando se venda el inmueble. En el caso de una oportunidad basada en préstamo fijo, los plazos serán mensuales, trimestrales, semestrales y rara vez anuales.
Mientras, para una oportunidad basada en préstamo variable o participativo, la devolución del préstamo se hará a la finalización de la oportunidad. Los préstamos participativos también podrán combinarse con la modalidad de fijo + variable.
En cualquier caso, el inversor conocerá la rentabilidad estimada media a recibir y el tiempo de permanencia en la misma, para que sea siempre conocedor de los beneficios que recibirá y del periodo en el que su dinero permanecerá invertido.
